A la hora de comprar un colchón, hay que tener en cuenta nuestras propias necesidades corporales así como aquellos problemas o molestias propios de nuestra salud o situación física. Aunque la última palabra siempre la tiene un médico especialista en esta dolencias, os damos algunas recomendaciones que os pueden orientar:

• Problemas de circulación. Si tienes este tipo de problemas, te recomendamos un colchón más flexible, que se adapte mejor a la forma de tu cuerpo. También ayudará tener un somier articulado para que, cuando lo necesites, puedas alzar las piernas o la parte superior del cuerpo sin problema.
• Alergias. Existen colchones antibacterianos y antiácaros, que te ayudarán especialmente si tienes alergia a los ácaros y al polvo. Recuerda también utilizar un buen protector de colchón. Lo colchones viscoelásticos, por lo general, tienen ofrecen tratamientos antialérgicos.
• Insomnio ligado al calor. Si eres una persona calurosa y eso te dificulta conciliar el sueño, una buena opción será comprar un colchón de muelles, ya que estos son los más transpirables. También puedes decantarte por un viscoelástico perforado, que transpira mejor y mantiene una temperatura adecuada.
• Personas con sobrepeso o jóvenes en edad de crecimiento. En este caso, los expertos recomiendan utilizar un colchón más firme, ya que mantendrá los huesos mejor posicionados e impedirá que se produzcan desviaciones o lesiones musculares.
• Personas con poco peso o que tienen que pasar tiempo en cama (enfermedad, edad avanzada). En estos casos, se recomienda utilizar un colchón medio blando.