¿Cómo afectan los cambios de estación y de hora al sueño?

¿Cómo afectan los cambios de estación y de hora al sueño?

Si bien aparentemente puede parecer algo benigno y que no tiene mayores consecuencias, el hecho de hacer un cambio de estación puede tener serias repercusiones a la hora de dormir. Por una parte nos encontramos con las variaciones de temperatura, que pueden causar trastornos en la actitud y en la aclimatación del cuerpo; un aspecto que podrá verse incrementado en base a la salud de cada uno o a la zona geográfica donde se viva. Obviamente también hay factores externos como el tipo de aislamiento de la vivienda, pero en definitiva todo se reduce a una sensación térmica en la noche que choca frontalmente contra aquello a lo que uno venía estando acostumbrado durante las últimas semanas. ¿Solución? En Colchonería Gorricho os diríamos que probarais con un colchón que ayude a transpirar y que no guarde en exceso el frío o el calor. Claro está que tampoco debéis olvidaros del aislamiento de la casa.

Por otra parte el cambio de estación trae una variación lumínica que puede afectar de dos maneras al sueño. Primero haciendo que la hora del despertar y del acostar se vean afectados al interrumpir la costumbre adquirida durante la anterior estación; y segundo haciendo que el estado de ánimo se vea alterado, afectando de manera directa a la calidad del sueño. La solución a lo primero pasaría por programarse un horario de sueño fijo y facilitarlo empleando bloqueadores lumínicos tales como las persianas; mientras que para lo segundo probablemente pasaría por la toma de un complemento vitamínico; pero sería preferible, antes de nada, consultar con un especialista si se da el caso.

Por otra parte, el cambio de estación también puede hacer que el cuerpo se sienta mucho más cansado, y que por ende repercuta a la hora de dormir. Esto es algo frecuente de ver con las olas de calor que se dan en verano. Si en la zona en la que vivís se dan este tipo de temperaturas convendría que modificarais la dieta por una más sana y ligera, además de que también sería útil que aumentarais las horas de sueño; si es posible con una siesta, mejor que mejor. Ello os ayudará a estar frescos y relajados, además de que aminoraréis en gran medida esa sensación de debilidad y sueño permanente.

Otro de los grandes problemas que suelen afectar al sueño pasa por lo cambios horarios; una medida que está ideada para ahorrar energía, pero que lamentablemente suele tener su repercusión en el estado de ánimo de la gente. ¿Por qué? Pues sencillamente porque se alarga o se acorta el número de horas de las que se disponen para dormir; y claro, adecuarse a la nueva distribución horaria cansa. ¿Solución? Prever los cambios y hacer una redistribución previa de las horas de dormir; de esta manera la transición será menos brusca. Finalmente, si veis que tenéis cambios de humor con la llegada de invierno y que os están afectando al dormir -adrenalina por lo general-, tratad de buscar una actividad complementaria que os haga gastar energías; vamos, que hagáis deporte, que así dormiréis mejor.