Dime cómo duermes y te diré quién eres

Dime cómo duermes y te diré quién eres

Según los expertos, la postura en que dormimos dice mucho de nuestra personalidad. Esto se debe a que, como el ser humano es un animal de hábitos, cuando encontramos un ámbito en el que nos sentimos cómodos es cuando dejamos ver nuestra forma de ser. El lenguaje corporal que usamos en la cama al dormir dice muchas cosas sobre nuestra personalidad, costumbres e incluso inquietudes.

 

Compartimos un resumen de las posturas más frecuentes y lo que dicen de nosotros:
  • Posición fetal. De lado, curvado y con las rodillas hacia el pecho. Es la postura más común. Las personas que duermen en esta posición se muestran confiadas y duras ante la sociedad, pero tienen un fondo sensible.
  • Boca abajo. Se relaciona con  personas sociables, a las que les gusta compartir con los demás. Son muy abiertas a vivir nuevas experiencias, pero les cuesta aceptar la crítica y vivir situaciones límite.
  • Boca arriba y con los brazos extendidos. Indica lealtad, personas que están dispuestos a escuchar a los demás y a echarles una mano.
  • De lado, con las extremidades estiradas a lo largo del cuerpo. Indica sociabilidad. Las personas que duermen de esta forma acostumbran a ser más abiertas y se muestran confiadas, pero a veces pueden ser demasiado ingenuas.
  • De lado, pero con los brazos extendidos hacia delante. También son personas sociables y extrovertidas, pero a menudo pueden ser cínicas y tienen serios problemas para tomar decisiones.
  • Boca arriba, con los brazos estirados a lo largo del cuerpo. Indicativo de personalidades tranquilas, tímidas y reservadas.
En el caso de parejas:
  • Dormir con la pareja de espaldas y separados alerta de que algo va mal en la relación. Es una forma de poner distancia entre ambos, en la que el lenguaje corporal sugiere un deseo de mayor libertad o una búsqueda de independencia.
  • Por el contrario, dormir entrelazados es una muestra de deseo y pasión. Es una postura común en las relaciones nuevas, aunque puede llegar a revelar cierta conducta posesiva si se prolonga mucho en el tiempo.